miércoles, 28 de marzo de 2007

¿Que acontecimiento me marcó de pequeño?

Mi amigo Romeo me pasa la inquietante pregunta. Uno empieza a recordar y hay tantas cosas en esta vida que me han pasado que definirme por solamente una me da un cierto resquemor. Es dificil elegir de entre todos los acontecimientos que me han marcado, aquel que mas lo hizó.

Puestos a elegir, me he decidido por comentar dos hechos que dejaron profunda huella en mi, uno ciertamente triste y luctuoso y otro bastante mas alegre.

Tenía 10 años y se murió mi primo Paquito. Apenás me unçian cosas a él, ya que, tenia 19 años cuando se murió y nuestra diferencia de edad era bastante significativa. Recuerdo de aquel día a mi tío, totalmente desencajado cuando comentaba la noticia a mis padres. Recuerdo el llanto de mi abuela y recuerdo que llovía.

Paquito murió en un accidente laboral al caerse de un andamio. Dicen, que con la lluvia resbaló al pisar en un trozo de corcho blanco. Hoy está enterrado en el Cementerio de Valladolid bajo un manto de marmol blanco.

Recuerdo de Paquito que era un autentico campeón con la bicicleta y recuerdo verle bailar música de Los Bravos y Rita Pavonne en la soledad de su cuarto. Le recuerdo también el día de mi primera comunión y recuerdo que aquel año pasamos las navidades mas tristes de hasta entonces mi corta vida.

Y tambien recuerdo el día que hablé con Pili Murillo. Era la niña mas guapa de mi colegio. La recuerdo como el primer amor que fue, ya que nunca se ama tanto como a los 8 años. Rompimos porque tuvo la osadia de besarme un dia mientras comia tierra junto a mis amigos. Fue la primera y ultima vez que pegue a una mujer. Lo cierto es que la empuje y ella cayó envuelta en llanto.

De aquellos tiempos, tan solo recuerdo la soberana bofetada que al día siguiente me soltó su hermano. No me defendí, siempre fuí, he de confesarlo, un tanto cobarde, pero es que lo menos el tipo tenia 12 años.

Hoy de la Murillo no se absolutamente nada, no se que pudo ser de su vida, del mismo modo que supongo, ella no me recordará para nada.

Pero de tarde en tarde, aquella rubita de ojos azules que habitó mi infancia, me hace recordar que fue mi primera novia, hace tanto tiempo, en la madrugada de mi vida, justamente cuando mi vida era jugar y yo era un principe y ella era un hada.

He de confesar que Rafita, aun la ama...

San Marino

Amo profundamente el país donde he nacido. Y aunque tengo mi patria chica y el corazón palpitando entre el mar Andaluz y la Serranía de Ronda, me siento feliz paseando por Las Ramblas Barcelonesas, tapeando en las tascas de Donosti, trepando montañas cual cabra Astur, sintiendo vertigos en Fuente De, mirando gaviotas en la Costa da Morte, asomandome al Duero Soriano con alma de Machado, mirando las vidrieras de la coqueta Catedral Leonesa, saludando a La Cibeles en el atasco Madrileño, abriendo la boca de emoción ante el Mudejar Turolense, bañandome en la mar del Reino Valenciano, visitando cuevas en el Archipielago Balear, tomando barros Murcianos, comiendo quesos Manchegos, degustando la gloria jabugueña del cerdo ibérico Extremeño o sintiendo el calor eterno de los volcanes Canarios, soy y me siento español.

Como decía, amo tanto a España que siento que no hay ningún país en el mundo como mi patria. Sin embargo admiro profundamente al minusculo, coqueto y eterno país de San Marino.

Dicen que fue fundada en el año 301 de nuestra era ya como República, lo que convierte al país en la República mas antigüa del mundo. Rodeado por todas partes por Italia, podemos decir que San Marino es una pequeña isla de apenas 61 Km2 y sin que se adivine, pese a su cercanía al Adriatico, ni tan siquiera el mar.

Su sistema de gobierno es un tanto atípico. Para empezar es una República sin presidente, ya que sus mandatarios son dos y que además responden al título de Capitanes. Estos son renovados cada seis meses por el Parlamento que a su vez es renovado cada cinco años por el pueblo en votación democrática.

El monte mas elevado del país es el Titano con apenas 750 metros y del que baja un pequeño riachuelo que es la unica fuente de agua del territorio.

Apenas tiene 30.000 habitantes y su capital no llega a las 5.000 almas, pero alberga el circuito de F1 Enzo y Dino Ferrari. Tiene Selección de Futbol, pero desde su creación en 1930 solo ha ganado un partido, frente a Liechtenstein y por el resultado de 1-0.

Si alguna vez visitais San Marino, formareis parte de esa enorme legión de visitantes, que en numero de cuatro millones, escalan sus empedradas callejuelas medievales, disfrutando de su gastronomía y de sus jornadas medievales.

Como decía al principio, admiro a la Serenísima República de San Marino. Quizás no por su belleza esplendorosa en mitad de la Toscana Italiana, no por su historia, su aire medieval o su exquisita gastronomía. Tampoco soy aficionado a coleccionar sus sellos, siempre tan codiciados por avidos coleccionistas y ni tan siquiera lo hago por su magnífico Gran Premio de Formula 1 donde casi siempre gana un Ferrari.

Admiro a San Marino, porque en este mundo de infamias, donde aún se mata en nombre de lo que sea, da igual la Paz internacional, que Dios o Alá, y donde al menos 69 paises mantienen en vigor la pena de muerte, este país, esta minuscula democracia, esta singular Republica, la mas antigua del mundo, nos mira con los claros ojos victoriosos del gran país que es. Lo demuestra el dato inapelable. Desde 1468, nadie ha muerto ejecutado en esa bendita tierra.

Que cunda el ejemplo en otros nefastos lugares.

Dedicado a la memoria de Stanley "Tookie" Willians, ejecutado en California en diciembre de 2005 cuando estaba ya rehabilitado e incluso habiendo sido propuesto para Premio Nobel de la paz y a la memoria de Roberto Pérez, ejecutado el día 6 de marzo de este mismo año, ultimo ajusticiado en Estados Unidos.

miércoles, 7 de marzo de 2007

LA MUSICA CLASICA


Siempre ha habido música. Con toda certeza, los egipcios, babilonios, griegos y romanos tenían su propia cultura musical. Sin embargo, llamamos Música Clásica, sólamente a aquella que conocemos a partir de la Edad Media.

Me he permitido hacer un pequeño resumen de esos 10 siglos musicales.




EDAD MEDIA:

Tiempos donde la juventud danzaba con parsimonia, al ritmo de trovadores y juglares, que enamoraban con los compases de Cantigas y Cantos Gregorianos.

- Fué número 1 de los 40:

Cantigas das cinco festas de Santa María
Interprete: Alfonso X, El Sábio.


RENACIMIENTO:

Cambio radical en los gustos músicales, se impone la polifonía. Tiempos donde las composiciones de Giovanni da Palestrina arrasan en las listas de éxitos.

- Fué número 1 de los 40:

La Misa Papae Marcelli
Interprete: Los chicos del Coro de San Pedro de Roma


BARROCO:

Comienzan los años locos del siglo XVII. Un melenudo llamado Montiverdi, inventa el teatro cantado, le llaman Opera, pero sólo interesa a los mas jovenes. Nacen los primeros músicos profesionales que inician giras extenuantes, hoy en París, mañana Viena, la próxima semana en Milán...

- Fueron número 1 de los 40:

Los Conciertos de Brademburgo.
Interprete: Juán Sebastian Bach
Las Cuatro Estaciones
Interprete: Antonio Vivaldi


CLASICISMO:

Los grandes éxitos del momento nos llegan desde esa potencia musical que es Austria. Esos ritmos desenfrenados, esos bailes donde hombre y mujer bailan juntos a un metro escaso de distancia. Cuantan que incluso un jovenzuelo de Salzburgo llamado Amadeus ha osado componer una opera escrita en Alemán...

- Fueron número 1 de los 40:

La Flauta Mágica
Interprete: Wolfgang Amadeus Mozart
Sinfonía número 9 Opus 125 en re menor
Interprete: Ludwig van Beethoven


ROMANTICISMO:

Esta nueva Europa que nace, se ha llenado de hippies que proclaman el amor por todos los parques de París y Viena

- Fueron número 1 de los 40:

Nocturnos
Interprete: Federíco Chopin
Rigoletto
Interprete: Giuseppe Verdi


NACIONALISMO:

Aires nacionalistas contra los imperios. Todos amamos a la patria y por ello hay que ensalzarla

- Fueron número 1 de los 40:

Sinfonía para un Nuevo Mundo
Interprete: Antonín Dvorak
Peer Gynt
Interprete: Edvard Grieg
El anillo del Nibelungo
Interprete: Richard Wagner


VANGUARDIA:

Nueva versión orquestal. Desde Viena llegan tiempos de cambio, los músicos austriacos deshechan la música popular y el academicismo...

- Los éxitos del siglo XX:

  • Pelleas et Mélisande de Claude Debussy
  • Bolero de Maurice Ravel
  • El Sombrero de tres picos de Manuel de Falla
  • Así habló Zarathrustra de Richard Strauss
  • Madama Butterfly de Giacomo Puccini
  • Carmina Burana de Carl Orff
  • Dueto de las flores de Leo Delibes


martes, 6 de marzo de 2007

Rodrigo Díaz de Vivar: "Mio Cid Campeador"


"El heroe es, una de las mil caras de Dios" (Joseph Campbell)


Allá mas o menos por el año 980 de nuestra era, Castilla, que aún estaba integrada dentro del Reino de León, designó a dos nobles para que ejercieran el oficio de árbitros y así juzgar cuantos pleitos hubiera entre los subditos, sin necesidad de acudir a la Corte de León.

Los dos nobles designados fueron Nuño Nuñez Rasura y Laín Calvo, dándose la circunstancia de ser además los ascendientes de los dos mas grandes heroes castellanos, Fernán González por el primero, y El Cid Campeador por parte de Laín Calvo.

Efectivamente, nos cuenta la historia que Laín Calvo, abuelo del Cid, se trasladó a Vivar, una pequeña aldea a apenas 7 kilometros de Burgos y construyó una casa tapia, que aún se conserva, donde vivió. Esa casa fue habitada por Diego Lainez, padre del Cid y hacía el año 1043 en ella nació Rodrigo Díaz, El Cid Campeador.

De El Cid, como de todos los grandes heroes, existen muchos testimonios y tambien muchas curiosidades. Se llamaba Rodrigo en honor a la familia de su madre, de la que se desconoce el nombre, pero se sabe que era hija de Rodrigo Alvarez, una familia con un cierto relieve social, razón por la que se saltaron la norma de ponerle como nombre el del primer hijo del abuelo paterno, es decir, Diego, para ponerle el nombre de su abuelo materno, es decir Rodrigo.

Todo esto es importante, porque asi, de esta forma, podemos decir sin error a engaños que Rodrigo pertenecía a una alta clase social. Ante todo Rodrigo era un Caballero y por eso fue a la vez que un guerrero un hombre instruido, letrado y dotado de un cierto aire de sofisticación que unido a sus grandes hazañas, hicieron de él un personaje heróico mucho antes incluso de terminar su vida.

Para estudiar bien al Cid hemos de socabar sobre todos los documentos y escritos que sobre él tratan.

En el año 1093, un clérigo publico el Carmen Campidoctoris o traducido "Canto del Campeador", que cuenta las luchas del Cid con el Conde de Barcelona.
En el 1.109, un musulman llamado Ben Bassan de Portugal, escribió la biografía de Ben Tahir, rey de Murcia y describe la conquista de Valencia a manos del Cid.
En el 1.110, otro musulman llamado Ben Alcama, escribió un relato de la conquista de Valencia.
También en el 1.110, es escrita la Historia Roderici, que es en realidad una biografía de El Cid.

Menos histórico, pero mas poetico es el Cantar del Mio Cid, una de las primeras obras en castellano medieval, de autoría anónima para algunos, mientras que para otros parece ser de Per Abbat, aunque muy probablemente, éste tan sólo fuera su copista, que narra la gesta heóica de El Cid, y que como todo escrito de ensalzamiento no constituye en sí, un documento histórico, aunque sí lo es, un explendido documento literario.

No hay modo de sustraerse a la historia sin apelar a estos textos y a los estudios que Menéndez Pidal hizo sobre su figura. No obstante, hemos de entender la figura de Rodrigo, como la de un hombre de su epoca, valiente, genial y genuinamente único.

Esta es la historia de Rodrigo Díaz, narrada en forma de noticias, a modo telegráfico.

Una vez transcurrida su niñez en Vivar, se traslada en su juventud, a la Corte del rey Fernando I, donde es educado, espiritualmente, mentalmente y en el oficio de las armas.
Fué educado y criado junto al rey Sancho I y fue precisamente éste quien armó caballero al Cid.

La primera batalla donde intervino Rodrigo fue en 1063, donde en compañía del aún infante Sancho, acude en la defensa de Moctadir, tributario de Castilla, batiendose contra las tropas del rey aragonés Ramiro I, que resultó muerto en la refriega.

El año 1065 es muy importante para él, ya que, a la muerte el día 27 de diciembre del rey Fernando I, Sancho es nombrado rey de Castilla y Rodrigo pasa a ser el jefe de su ejercito.

En el año 1067, las tropas castellanas, capitaneadas por Rodrigo, hacen una incursión en tierras navarras. El rey de Navarra reacciona y ordena a el caballero Navarro Jimeno Garcés, medir sus fuerzas con las de Rodrigo, el resultado es desastroso para el navarro, mientras que la victoria otorga a Rodrigo el sobrenombre que le acompañará durante toda su vida, El Campeador.

Ese mismo año, Medinaceli se niega a pagar tributo a Castilla, lo que origina una nueva intervención de Rodrigo, originandose la llamada Guerra de los Tres Sanchos, donde nuevamente se enfrentan Rodrigo Diaz y Navarro Jimeno, resultado, nueva derrota de Navarro y Rodrigo es nombrado Alferez del rey.

Sin embargo, los hijos del difunto rey Fernando I, Sancho y Alfonso, se disputan las tierras heredadas de su padre. La intervención de Rodrigo es fundamental, ganando la batalla de Galopereja para su señor en el año 1072, lo que condujo a que Sancho fuera nombrado el 12 de enero de ese mismo año, rey de León y de Galicia.

La Historia Roderici cuenta que entonces solo quedaba por tomar Zamora. A su conquista acudieron Sancho y Rodrigo, traicinado el rey es asesinado por Belindo Delfos el 7 de octubre de 1072

A partir de aqui, existe una controversia. Por una parte, el cantar del mio Cid cuenta que Rodrigo hace jurar a Alfonso que nada tenía que ver con la muerte de su hermano. Sin embargo, la Historia Roderici, afirma que el rey Alfonso recibió al Cid, "con todo el honor como vasallo, y lo conservó a su lado con todo su amor y respeto"

Todo hace pensar en que la verdadera historia es la contada por la Historia Roderici, ya que Rodrigo llegó a tener una alta posición en la Corte de Alfonso VI, ya que, en esta Corte se desposó con Jimena Díaz, perteneciente a la mas alta nobleza del reino. Fue el día 19 de julio de 1074. Jimena era biznieta del rey de León Afonso V, sobrina de Alfonso VI e hija del Conde de Asturias.

Según la Carta de Arras con la que El Cid dotó a Jimena y que se conserva en el Archivo de la Catedral de Burgos, éste hizo entrega a su esposa de la posesión de 39 villas, lo que hace idea de Rodrigo, como uno de los nobles mas ricos de Castilla.

Después de casado se traslada a Asturias donde, por mandato real, ejerce como juez en varios procesos, destacando de entre ellos el litigio entre el Obispo de Oviedo y el Conde Vela Ovéquiez y su hermano Veremundo, sobre la propiedad del Monasterio de San Salvador de Tol, donde el Cid otorga la razón al Obispo, citando como razón para ello al "Libro Jurídico en Titulo por las Leyes Góticas", lo que demuestra que Rodrigo no solo era un formidable guerrero sino también un instruido hombre de leyes.

De vuelta a Castilla, el 28 de julio de 1075, Rodrigo recibe del rey Alfonso VI, el señorío de Vivar y todas sus villas, lo que en la práctica otorga a El Cid, de autoridad pública.

En este mismo año de 1075 nacen además sus dos hijas, un año después su hijo.

A principio de 1080 el rey le ordena encaminarse hacía el sur para cobrar las parias de los reyes de Córdoba y Sevilla. El rey de Sevilla, Motamid, se encontraba guerreando con el de Granada, Al Mudaffar. Al lado de este último se hallaban los caballeros, García Ordoñez, Fortún y Lope Sanchez, Diego Pérez y el yerno del rey de Pamplona García.

A su llegada a Sevilla, Motamid, le informa de la situación. Inmediatamente Rodrigo envia emisarios, rogando a Al Mudaffar y sus aliados que cesen en sus hostilidades. Éstos, haciendo caso omiso a sus ruegos, saquean Sevilla y ponen sitio al Castillo de Cabra.

El Cid, monta en colera y ataca las fuerzas de Al Mudaffar, derrotandolas y haciendo prisioneros a García, Lope Sanchez y Diego Péez, dirigiendose nuevamente a Castilla con las parias y regalos para el rey Alfonso.

Lo que no sabía Rodrigo es que estas luchas entre los reinos de Taifas estaban instigadas por el propio rey Alfonso, lo que le granjeó la enemistad eterna con el Conde García Ordoñez a quien llevaba como prisionero.

En el año 1081, el rey Alfonso sitiaba Toledo en ayuda de Alcadir, mientras tanto, Rodrigo se encontraba gravemente enfermo. Cuando se recuperó de su enfermedad, conoció la noticia de que los musulmanes habían tomado la ciudad de Gormaz. Rodrigo sin dudarlo un minuto, recuperó la ciudad y ocupando gran parte del reino de Toledo obtuvo mas de ocho mil prisioneros.

Parece ser que con esta hazaña Rodrigo puso en riesgo la vida del rey Alfonso, ya que éste se encontraba en campaña tambien en tierras toledanas.

Por lo que el rey, azuzado por la envidia de García Ordoñez, tomo la triste decisión de desterrar a Rodrigo.

El Cid parte desde Castilla a Barcelona y ofrece sus servicios a los Condes Ramón II y Berenguer II, pero no llega a ningún acuerdo con ellos, por lo que vuelve sobre sus pisadas y se dirige a Zaragoza, donde es acogido por Moctadir, su rey, con los brazos abiertos.

Pero recién llegado El Cid a Zaragoza, muere Moctadir, con lo que el reino se divide en dos partes, una para cada uno de sus hijos. Mutamín hereda Zaragoza mientras que su hermano Alfagit hereda Denia y Tortosa.

Ambos hermanos se disputan la hegemonia absoluta, por lo que lelgan a enfrentarse. En la lid, el Cid toma partido por Mutamín, por lo que su hermano pide ayuda al rey de Aragón, Sancho Ramirez. Mientras tanto El Cid arrasa y toma Monzón.

El Cid llega hasta Almenar, muy cerca de Lérida, entonces Alfagit amplia la lista de aliados. Se le unen el Conde de Barcelona y el Conde de Cerdeña.

La batalla es inapelable y la victoria del Cid implacable. El Cid derrota a un poderoso ejercito y toma preso al Conde de Barcelona a quien envia a manos de Mutadir en Zaragoza, donde éste le pone a los pocos días en libertad. Esta batalla dió un gran prestigio militar a Rodrigo.

Sin embargo los hechos se torcieron aún más. A finales de 1082, el Conde de Rueda, que debía obediencia al rey de Zaragoza, solicita ayuda al rey Alfonso VI. En respuesta a su solicitud, el rey Alfonso envia a García Salvadorez y al infante Ramiro, hijo del rey de Navarra en su ayuda. El mismo rey posteriormente, acude allí para tomar posesión del castillo.

Sin embargo, Alfonso, perro viejo en esto de guerrear, no se fiaba del todo, por lo que envía a parte de sus tropas por delante, que fruto de la traición son masacradas.

El Cid se entera de la traición y corre presto en ayuda de su rey que en agradecimiento le perdona y ordena que regrese con él a Castilla. Sin embargo, no llegan a un acuerdo sobre su nueva incorporación a la nobleza castellana, por lo que a mitad de camino, El Cid regresa a Zaragoza.

Ya en Zaragoza, Mutamín le ordena saquear Aragón. Así lo hace sin apenas oposición de su rey Sancho. Después Mutamín le ordena destruir el castillo de Morella en poder de Alfagit. El castillo es destruido aunque Rodrigo construye otro en su lugar al que llama Alolala.

Estas dos campañas, desembocan en la alianza del rey Sancho de Aragón con Alfagit. Con un gran ejercito, cercan al Cid a quien conminan a retirarse, pero éste se niega, por lo que se produce la batalla. La contienda es desastrosa para los de la alianza lo que permite que El Cid sea recibido en Zaragoza con todos los honores.

Posteriormente muere Mutamín a quien le sucede su hijo Mostain II, amigo de Rodrigo y con quien Rodrigo muestra el mismo respeto que para su fallecido padre.

En las tierras de Mostain reina la paz. El Cid conoce que Toledo se rinde al rey de Castilla, por lo que Alfonso toma posesión del reino. Es 25 de mayo de 1085.

La perdida de Toledo provoca la alarma generalizada entre los reyes árabes, por lo que los reyes de Sevilla, Badajoz y Granada piden ayuda al emir africano Ben Yusuf y sus Almorávides.

El 30 de junio de 1086, sus tropas cruzan el estrecho donde les espera Alfonso, la batalla termina con la derrota de los castellanos donde el rey resulta gravemente herido.

Nuevamente el rey llama al Cid en su socorro y cuando éste acude presto en su ayuda, los ejercitos de Yusuf se retiran y cruzan el estrecho.

El rey Alfonso no cabe en si, en su agradecimiento a Rodrigo, por lo que en muestra de afecto le hace entrega de los castillos de Dueñas, Ibia, Campoo, Gormaz, Briviesca, Langa e Iguña. Además le entrega un documento donde le concede a él y a sus herederos el dominio sobre las tierras que conquiste a los musulmanes. Esto satisface de tal modo a Rodrigo que decide volver a Castilla junto a su rey.

En 1088, el rey moro de Denia, Tortosa y Lérida sitia Valencia. Para ello es ayudado por el Conde de Barcelona. El rey de Valencia, Alcadir, solicita ayuda al rey Alfonso que decide enviar a El Cid en su socorro.

El Cid unió su ejercito con el del rey Mostain de Zaragoza que nada mas llegar a Valencia provoca que los ejercitos catalanes y del rey moro de Denia huyan despavoridos. Entonces, el rey de Zaragoza, Mostain, quiso tomar para si Valencia. El Cid, se lo impidió, aduciendo que Valencia era de Alcadir y que a partir de ahora lo sería gracias a su señor Alfonso VI. Es entonces cuando el zaragozano envia a El Cid a conquistar el castillo de Jérica, en poder del rey de Denia.

Aprovecha entonces Motair, para romper con el Cid y aliarse con el Conde de Barcelona, Ramón Berenguer, y juntos parten a la conquista de Valencia.

Enterado El Cid vuelve a Castilla, reune a 7.000 hombres y parte hacia Valencia, lo que provoca la retirada sin luchar de moros y catalanes, por lo que Rodrigo toma Valencia, Sagunto y Alpuente.

Mientras tanto, en el castillo de Aledo se instala el ejercito de García Jiménez quien desde allí realiza continuas incursiones en el reino de Sevilla. Esto provoca que Moctadir, rey de Sevilla vuelva a pedir ayuda a Ben Yussuf que vuelve a cruzar el estrecho y desembarca en junio de 1089. A su ejercito se unen los de Sevilla, Granada, Málaga, Almería y Murcia y todos juntos parten en busqueda del castillo de García Jiménez. Ante esto, el rey Alfonso VI pide ayuda a El Cid y juntos se dirigen en socorro de García Jimenez.

Pero todo se vuelve a torcer.

Primero, El Cid traslada su campamento desde Requena a Játiva, de ese modo se acerca al camino que le han dicho seguirá Alfonso VI. Allí recibe un mensaje donde le dicen que el rey se encuentra en Toledo. Por ello El Cid se traslada a Onteniente a esperar al rey. Alfonso espera ahora a El Cid en Villena. El Cid se traslada entonces a Felín y desde allí, envia exploradores a Villena y Chinchilla, enterandose entonces de que el rey ya ha pasado el camino rumbo a Aledo. Entonces El Cid se apresura a alcanzar a su rey, adelantandose hasta Molina de Segura, pero cuando llega allí, el rey ya había llegado a Aledo y levantado el asedio. El rey monta en cólera y acusa a El Cid de traidor, por no haber ido a su encuentro. Ordena la confiscación de todos sus bienes y que encierren a su mujer y a sus hijos en prisión.

El Cid ofendido conmina a Alfonso a retractarse. El rey decide entonces su destierro y deja que en éste, El Cid sea acompañado por su familia. Esto obliga a Rodrigo a tomar un señorío para sí y para los suyos.

Inmediatamente El Cid emprende acciones contra el rey moro de Denia, a quien derrota repetidas veces hasta que éste firma la paz con Rodrigo y se refugia en Sagunto. Asustado, mientras tanto, el rey Alcadir de Valencia desea a toda costa la amistad de El Cid, por lo que le agasaja con toda clase de presentes y regalos.

El Cid se instala en Burriana donde conoce la noticia de que nuevamente Alfagit, rey de Denia y el Conde de Barcelona se han aliado en su contra.

El Cid se dirige a Morella en cuya plaza se hace fuerte. Mientras tanto, el Conde de Barcelona intenta que Alfonso VI y Mustain de zaragoza se alien con él en contra de El Cid. Ninguno de los dos acepta aliarse con el catalán.

Los dos ejercitos se enfrentaron por fin en una durisima batalla. El resultado fue victorioso para Rodrigo y los suyos, obteniendo mas de 5.000 prisioneros, entre ellos el propio Conde de Barcelona. Sin embargo Rodrigo cayó gravisimamente herido.

El Conde de Barcelona fue liberado a cambio del pago de 80.000 monedas de oro.

El Cid se retira entonces a Daroca para restablecerse de sus heridas. Firma un acuerdo de paz con el Conde de Barcelona y con el rey moro de Zaragoza. A partir de aquí, El Cid toma un protectorado que abarca desde Tortosa hasta Orihuela obteniendo rentas por valor de 104.000 dinares anuales.

El Cid era cada día mas fuerte en tierras de levante.

Mientras, Ben Yussuf que había tomado Sevilla, Málaga, y Granada se dirigía con paso firme al encuentro de El Cid. Rodrigo, gran estratega, se desplaza hasta el castillo de Peña Cadiella, al sur de Valencia y se prepara para su defensa.

A la vez, Mustamin de zaragoza, consigue firmar un tratado de paz con El Cid que obliga a su vez, por relaciones de amistad, que este sea refrendado además por el rey de Aragón, colocando sus tropas entre ambos ejercitos.

En 1092, el rey Alfonso VI decide intervenir en levante y solicita ayuda de el Conde de Barcelona y del rey de Aragón. Deciden atacar Tortosa al entender que esta población no corresponde al protectorado de El Cid.

Alfonso se dirige entonces hacia Valencia y allí exige a la ciudad cinco veces el tributo que ésta venia satisfaciendo a El Cid. De esta manera, el rey ataca directamente al señorio de Rodrigo.

Ahora El Cid, en aplicación de las leyes de vasallaje de la época, tiene pleno derecho para enfrentarse contra su antigüo señor. Sin embargo, antes de comenzar la campaña, El Cid advierte a su antigüo señor de su malestar y partiendo desde Zaragoza, ocupa Alberite y Logroño. Mientras, García Ordoñez que se encuentra en Alfaro, pide a Rodrigo, siete dias para enfrentarsele. Sin embargo, transcurridos estos días, no tienen valor para enfrentarsele y se retiran a Zaragoza.

Mientras tanto, el rey Alfonso reduce Valencia y solicita la intervención del Conde de Barcelona y del rey de Aragón. Pero éstos, que conocen sobradamente la potencia de los ejercitos de Rodrigo, no atienden la petición. Alfonso, viendo que nadie se atrevía a enfrentarse a El Cid, y temiendose lo peor, se apresura entonces a solicitar perdón a Rodrigo, restableciendole de todas sus posesiones y privilegios y reconociendo su culpa, rogándole vuelva con él nuevamente a Castilla.

El Cid, sin embargo, decide acudir en ayuda de su señorio y decide dirigirse hacia Valencia.

El Cid había dejado la ciudad en 1091, y lo había hecho en manos de Ben Alfaray, que ejercía como gobernador en compañía de un destacamento para su custodia. Sin embargo, el asedio al que sometió la ciudad el rey Alfonso, hizo que esta solicitara ayuda al general Ben Yahyah, del reino de Murcia, que toma la ciudad y asesina a su rey Alcadir.

El Cid, derrota a los almorávides en Yubella, cuando estos se dirigían hacia Zaragoza, y se encamina hacia Valencia asolando cuanto enemigo le salía a su encuentro. Ante el cariz de los acontecimientos, el mismo Ben Yussuf amenaza al Cid y lo desafía en batalla.

El Cid da un mes a la ciudad para recibir ayuda de las tropas Almorávides, mientras ataca y libera Albarracín donde recibe una lanzada en el cuello que no le mata.

Las tropas que Ben Yussuf envia a Valencia no se atreven a atacar a las de El Cid, por lo que Rodrigo impuso 20 meses de asedio a la ciudad. Al final, en agosto de 1093, Valencia se rinde a El Cid sin condiciones.

El Cid sabe muy bien, que la toma de Valencia ha irritado profundamente a Ben Yussuf. Es entonces cuando demuestra ser un enorme estratega. Sabe que tiene que defender la ciudad y para ello se prepara. Ordena que la guardia de las torres sea realizada por mozárabes, ordena tapiar las ventanas y aberturas de las torres que dan al interior de la ciudad, reconoce a Ben Yahyaf como cadí, devuelve sus posesiones a los nobles moros de la comarca y fija sus tributos en el diezmo, los lunes y los jueves, es el propio Rodrigo quien actua como juez y visir de los asuntos de gobierno, los soldados cristianos no pueden entrar a comprar ni a vender dentro de la ciudad y El Cid no vivirá ni en el Alcazar ni en la ciudad.

Con esto, los reyes musulmanes piden ayuda a Ben Yussuf, lo que da pie a El Cid a expulsarlos de Valencia y les requisa todos los elementos de hierro.

El 13 de noviembre de 1094, desembarca un inmenso ejercito proveniente de Africa que se une de inmediato a las tropas de los reyes moros andaluces. Se dirigen a Valencia y acampan a las afueras de la ciudad.

El Cid pide ayuda a Alfonso VI y a Pedro I de Aragón. Pero es un susterfugio, no tiene ninguna intención de esperar la ayuda.

Rodrigo demuestra entonces que es el mejor estratega de la época, único en el arte de batallar. Primero, hace que la mitad de sus tropas abandonen sigilosamente Valencia y las situa detrás del ejercito moro. Segundo, hace que la otra mitad salga a su encuentro, Tercero, espera tranquilamente el ataque del ejercito moro, retrocede y se repliega hasta las puertas de Valencia, Cuarto, ordena que el ejercito que está acechando en retaguardia mora, ataque sin piedad el campamento moro que se encuentra desguarnecido, esto provoca que el ejercito moro crea que quienes les estan realmente atacando son los ejercitos de Pedro I y Alfonso VI, por lo que huyen despavoridos.

El Cid ahora se dedica a perseguir las huestes moras, conquistando los castillos de Serra y Olocau, donde recupera la mitad del tesoro de Alcadir.

Cuando el rey Alfonso llega en presencia de El Cid, todo había terminado. Aún así, Rodrigo da al rey parte del botín recuperado.

Pero quedaban cosas por resolver.

El Cid había hecho jurar a Ben Yahyaf, cuando le impuso como cadí, que no tendría nunca en su poder el tesoro de Alcadir. Rodrigo tenía que solucionar a toda costa sus problemas políticos y sobretodo esclarecer el asesinato de su amigo Alcadir.
Ordena encarcelar a Ben Yahyaf pese a la protesta de muchos musulmanes y asigna como nuevo cadí a Al Vacaxí, propuesto por la nobleza musulmana.
Se encuentran entonces en poder de Ben Yahyaf los tesoros que portaba Alcadir en el momento de ser asesinado. El nuevo cadí decreta la muerte de Ben Yahyaf a la manera musulmana, es decir, apedreados, sin embargo Rodrigo manda que sea quemado. Ei cambio de sentencia provocó grandes disturbios en la ciudad que el propio Cid y sus soldados se vieron obligados a controlar, siendo espulsados de la ciudad muchos moros rebeldes.

El Cid reafirma su señorio en Valencia pero tiene la grandeza de colocar por encima de él a su señor el rey Alfonso VI.

El Cid es ahora Capitán de Castilla, por lo que sus conquistas, pese a su autonomía, son además castellanas.

En el año 1096, en represalia por los disturbios moros de la ciudad, cristianiza la Mezquita.

El 4 de junio de 1094, mientras sitía Huesca, muere el rey de Aragón, Sancho Ramirez. Le sucede su hijo Pedro I que continua con su asedio firmando antes con El Cid su beneplacito. Mostain, rey de Zaragoza, se alía con García Ordoñez e intenta derrotar a Pedro I, pero sucumben ambos y el rey de Aragón, toma Huesca. Esto granjea una alianza entre Pedro y Rodrigo.

Por eso, cuando El Cid recibe noticias de una nueva invasión mora desde Africa, Rodrigo solicita la ayuda de Pedro I que junto con su hermano Alfonso. Juntos llegan hasta Peña Cadiella sin problemas, pero al llegar a Bairen, los moros se habían fortificado a un lado, mientras al otro estaba el mar plagado de barcos almorávides que les lanzan una lluvia de saetas.

Es el propio Cid, quien ante el desconcierto de sus tropas, se lanza contra su enemigo, esto anima a su ejercito que se unen ferozmente a el, derrotando a las tropas almorávides y consiguiendo un importante botín.

Nada mas llegar a Valencia, Pedro I recibe noticias de que el castillo de Montornés le había negado obediencia. El rey aragonés decide ir a castigarlo y El Cid parte junto a él, lo que originó una imperecedera amistad entre ambos guerreros.

El 15 de agosto de 1097 es una fecha trágica para El Cid. El rey Alfonso VI sufre una amarga derrota en Consuegra, fruto de la cual, muere su hijo Diego. El Cid llora la muerte de su hijo, cuando recibe noticias de que Alvar Fañez, capitán castellano, también es derrotado en Cuenca por las tropas del rey de Murcia, Ben Ayixa.

El Cid decide entonces regresar a Valencia, pero de camino, al pasar junto a Sagunto, decide sitiarla. Da un plazo a los moros de un mes para pedir ayuda. Éstos la solicitan a Alfonso VI, a Mostain, rey de Zaragoza, al rey de Albarracín y al Conde de Barcelona. Nadie acude en su ayuda. Tan sólo el Conde de Barcelona, Ramón III acampa cerca de Oropesa. El Cid hace correr la voz de que sus tropas van hacia allí y los catalanes huyen despavoridos, ganando la batalla. El Cid amplia el plazo para los moros y como nadie acude en su ayuda, toma la ciudad el día 24 de junio, expulsando a los moros rebeldes de la misma.

El Cid era ahora todopoderoso en Levante, por lo que decide nombrar un Obispo en Valencia, ya que desde el asesinato de Alcadir, la plaza no lo tenía. Para ello dota a la Iglesia de Santa María, antigüa Mezquita Principal y nombra Obispo a Don Jerónimo.

Nadie cuestiona ahora el señorio de El Cid sobre el Levante.

En ese instante, El Cid tiene ya mas de 50 años, es un anciano. Finalmente, aunque no se le reconocen enfermedades, muere el día 10 de julio de 1099.

Según las concesiones otorgadas por el rey Alfonso VI, todas las pertenencias de El Cid pasarían a sus herederos. Sin embargo, su único hijo, Diego, había muerto en batalla, lo que hace que su esposa Jimena gobierne Valencia.

Una de las hijas de El Cid, María, se casa con uno de los condes de Barcelona, Ramón Berenguer III, como clara alianza en defensa del reino.

Enterado Ben Yussuf de la muerte de Rodrigo, envia sus tropas comandadas por el general Mazdalí, a la conquita de Valencia. Sin embargo se encuentran con la feroz oposición de Jimena y sus tropas, que resisten el asedio moro durante siete meses, tiempo que tardan las tropas de Alfonso VI en llegar a la ciudad. Los moros huyen y se hacen fuertes en Cullera. El rey Alfonso VI decide entonces encontrar un caballero que ayude y proteja a Jimena del empuje de los moros. Pasado un mes y viendo Jimena que no había caballero capaz de ayudarla, decide abandonar el señorio y trasladar el cadaver de El Cid para enterrarlo en Cardeña.

Alfonso VI, siguiendo la tradición, incendia y destruye Valencia, momento en el que las tropas de Mazdalí deciden ocupar sus ruinas.

De las hijas del Cid nació García Ramirez, rey navarro. El nieto de El Cid, llamado García Ramirez, tuvo un hijo varon, Sancho IV, el sabio y una hija que se desposó con Sancho III de Castilla, de cuya unión nació Alfonso VIII. A éste le sucedió Enrique I que murió tempranamente al caer sobre él una teja del Papacio Episcopal de Palencia mientras jugaba con otros niños. Esto puso el reino en favor de Doña Berenguela, su hermana y por lo tanto tambien descendiente de El Cid, esposa de Alfonso IX de León, que renunció al trono en favor de su hijo Fernando III, El Santo a quien sucedería a su muerte Alfonso X El Sabio. Fallecido éste, hereda la corona Sancho IV casado con Maria de Molina que engendraron al rey Fernando IV, padre de Alfonso XI El Justiciero, sucedido por Pedro I El Cruel, quien fue apodado así por la nobleza, vilipendiada en favor de ls gentes del pueblo que sin embargo le llamaron El Justiciero. Una vez fallecido, le sucedió en el trono de Castilla, Enrique II, el primer Trástamara que asesinó a su hermano Pedro I tomando el poder. A éste le sucedió Juan I que murió al caerse del caballo en una demostración hípica. Sucedido por su hijo Enrique III El Doliente y primer Principe de Asturias fallecido en Toledo en 1406. A su muerte, le sucede Juan II y a la muerte de éste, toma el reinado de Castilla Enrique IV conocido vulgarmente como El Impotente. Nombró a su hermano Alfonso como legítimo heredero al trono, pero al morir éste, firma con su hermanastra Isable, el Tratado de los Toros de Guisando, según el cual la nombra heredera, dejando a su hija Juana, la Beltraneja, fuera de la sucesión. Sin embargo, al morir, juró que Juana era su hija legítima y la nombraba heredera, lo que provocó una guerra civil en Castilla. El día 1 de marzo de 1475 los partidarios de Isable derrotan a los de Juana en la famosa batalla de Toro quedando inmediatamente Isabel como reina de Castilla. Reino como Isabel I, tambien conocida como Isabel la Católica. Por sus venas corría la sangre de Mio Cid Campeador, Rodrigo Díaz de Vivar.



Dedicado a Pelayo y Rodrigo sobrinos de Romeo, quien me animó a hacer este trabajo.


lunes, 5 de marzo de 2007

Los Criados del Sumotori


Casi todos hemos visto, alguna vez en nuestra vida un combate de Sumo, quizás no entero, pero si algún reportaje, una foto o simplemente un programa de televisión que nos hablara de este deporte milenario.

Este deporte nace en Japón, en el principio de los días, cuando el dios TakemiKazuchi gana el combate que permitió a los habitantes de la isla establecerse en ella.

Básicamente, el combate que dura apenas un minuto, consiste en sacar de un circulo de 4,30 metros de diametro al adversario.

Sin embargo el Sumo es mucho mas que un arte marcial. Ante
todo es una filosofía, un modo de vida, un compromiso con la tradición del Japón, donde los sumotoris o luchadores de sumo, son considerados dioses, son venerados, admirados y adorados por miles de ciudadanos, no solo japoneses, sino también de otras latitudes como Polinesia, Australia, Mongolia o Hawaii.

En la trastienda del Sumo está el modo de vida de los sumotoris, su entrenamiento, preparación y también la gente que les rodea.

La vida del sumotori empieza a las 4 de la mañana y termina a las 9 de la noche. Se basa en ejercicio, gimnasio, abundantes comidas, largas siestas y mucho descanso por la noche.

Dicen, que lo que a nosotros nos parecen autenticas bolas de grasa, en realidad son un excesivo desarrollo muscular fruto de la dieta y un excesivo uso del gimnasio. Un mastodonte de esta clase, suele tragarse de una sentada 5 kilos de carne y 10 kilos de patatas. Sin embargo su dieta fundamental, consiste en el Chanco Riory, un guiso compuesto por pescado, pollo, vegetales y arroz. Tomado eso sí, en cantidades tales, que lo que ellos comen en un día, cualquiera de nosotros lo engulliría en un mes.

El máximo honor que un sumotori puede conseguir es el título de Yocozuna. Para ello habrá pasado antes por las categorías de Ozeki, Sekiwake, Komosubi y Maegashina.

Pero mucho antes, habrá sido aprendiz y su vida nada fácil. Para empezar, muchos de los aprendices se convierten en esclavos de los sumotoris. Algunos llegan a ser incluso compañeros sexuales, algo que no esta mal visto en este ambiente, ya que no todos los días se liga con un dios, pero fundamentalmente se ocuparan de realizar todas esas labores que un sumotori o no puede o no debe hacer.

Para ello, además de lavar y asear a los luchadores, deberán ante todo cuidar de "limpiarles bien el culo". Usando un papel higiénico, fabricado fundamentalmente de seda, el aprendiz limpiará el culo del sumotori cada vez que éste defeque. La razón es bien fácil, estos mastodontes no pueden hacerlo, sencillamente no se llegan...

Dedicado a Mitshosuro Ogura, buen amigo que fue aprendiz de sumotori y que hoy anda en Japón dando sus primeros pinitos como luchador y a Hiroshi Fukuda, que tantas cosas me enseñó de su país antes de que un cancer se lo llevara para siempre.

domingo, 4 de marzo de 2007

Creedence Clearwater Revival - Bad Moon Rising - Proud Mary

Los chicos en directo

Cosmo's Factory


Corría el año de 1970, cuando unos californianos llamados, Tom y John Fogerty, Doug Clifford y Stu Cook, unos chicos que sabían lo que hacían, amparados en el interior de la Credence Clearwater Revival, editaron un disco de rock, al que dieron por titulo Cosmo's Factory.

Es un disco que rezuma por todos sus poros el recuerdo Forrest Gump y sin duda uno de las mejores y mas logradas obras de rock de todos los tiempos.

Se trata del llamado rock sureño, el viejo sonido california del que casi nadie ha oido hablar, pero que todo el mundo reconoce cuando lo oye, tarareando sus canciones y acompasando el movimiento de sus cabezas a los ritmos, metálicos y humedos de sus canciones.

En la película, tan recomendada ella, El gran Lebowsky, mas conocido por "el notas", magistralmente interpretado por Jeff Bridges, éste se lamentaba del robo de su coche, por la única razón de que en él iban también unos cuantos cassettes de los Credence.

No puedo evitar, cada vez que vuelvo a escuchar a estos tipos, volver a mi niñez en el Ramiro de Maeztu de Madrid, a mis compañeros y profesores y a un modo de vida, que ya finiquitado, siempre será añorado.

Son días en que vuelvo a reencontrarme con aquel niño que fuí y del que aún queda algo, dentro de mí.

El disco se inicia con el tema Ramble Tamble, siete minutos de aire fresco, puro sonido Credence, despues el clásico Before, you acusse me, la genial Travelling Band, el rock Dooby Dooby, el clásico country Lookin'Out my back door, el misterioso Run through the jungle, luego todo un clásico de las pelis de los hermanos Cohen, Up around the bend, otro rock My babe left me, luego la cristalina e incesante lluvia que cae con el Who'll stop the rain, después la maravillosa aunque muy larga I heard it through the Grapevine cuya versión hizo famosa Marvin Gates y para terminar Long as I can see the light.

Una banda de rock que te anima a soñar con playas interminables, días de sol y de lluvias de verano, tiempos pasados de nostalgía, primeras novias y cines de verano.

Eran tiempos afortunados en los que no existían los Grammy, tiempos en que los músicos tocaban y cantaban en directo y donde el rock y el pacifismo eran toda una filosofía de vida.

En el año 1971, Tom Fogerty se separo del grupo. Pese a ello, el grupo, ahora capitaneado por John Fogerty, siguió actuando, publicando un disco en 1974 llamado Live in Europe, disco póstumo editado por Fantasy Records, ya que la banda se había disuelto en 1972.

El 6 de diciembre de 1990, Tom Fogerty murió de tuberculosis y con ello se frustró para siempre la idea, cada vez mas creciente, de una posible reunificación del grupo.

Y ahora, señoras y señores, en directo, con ustedes, la Credence Clearwater Revival




viernes, 2 de marzo de 2007

El Tratado de Tordesillas

Edificio donde se firmó el Tratado de Tordesillas

Erase una vez, hace muchos años, que los habitantes de la península ibérica, es decir, españoles y portugueses, no tuvimos mas remedio que repartirnos el mundo. Lo hicimos solemnemente, como se hacen las cosas grandes, y fue en un pueblo de Valladolid llamado Tordesillas.
Casi todas las naciones que hoy conforman Europa, estaban o bien en proceso de construcción o no estaban. No convendría olvidar, nunca, que somos la nación mas antigüa de Europa y por lo tanto, claro está, una de las abuelas del mundo.

Mapa del Tratado

El rey de Francia, Carlos VIII, al enterarse de la noticia repartitiva, cogió un Cabreo Real, tan notorio que dijo indignado: "Antes de aceptar el reparto, quiero que me muestren en que cláusula del testamento de Adán, se estipula que el mundo pertenezca a españoles y portugueses"

Pero aceptó, por la cuenta que le tenía y porque hasta ese entonces, sólo españoles y portugueses habían llegado donde nunca antes lo había hecho nadie, por mucho que le picara al impetuoso rey francés.

Por aquel entonces, España y Portugal estaban a torta limpia. Nuestro país estaba abierto al Mediterraneo, a su cultura y a su comercio, pero Portugal tenía ante sí un inmenso Oceano, todavía sin explorar.

Nuestros vecinos lusos, con mucho miedo en el cuerpo, pero todo arrojo y decisión, dieron el salto y empezaron a recorrer las costas de Africa, eso si, sin separarse de la costa por miedo a perderse y ser pasto de monstruos marinos, que no existen, pero que haberlos hailos, y en aquel entonces, más, lo que provocaba que solo marineros tan valientes como eran ellos, poquito a poco, fueran explorando el Continente Negro.

Tenían un gran problema, no podían dejar de ver las costas porque no sabían volver y, como a grandes males, grandes remedios, aprendieron el funcionamiento de los vientos, cartografiaron la costa, trazaron los primeros mapas de navegación y establecieron comercios. Y empezaron, cada vez, a ir mas lejos...

Empezaron a llegar muchas cosas de aquellos comercios, entonces, los españoles y los italianos, que estaban en todos los fregaos, mandaron sus barcos para ver que pasaba por alli.
Pero los italianos estaban muy lejos y teniendo además mucho que regatear en los puertos de las riberas del Mediterraneo, pues pusieron sus proas hacia ellos.

España, o mas bien, Castilla, llegó hasta las Canarias, se cargó a todo guanche viviente que alzó la voz e incorporó las islas para la Corona. Eso a los portugueses les sentó como una patada allí donde la espalda pierde su dulce nombre, ya que, despues de años jugandose el tipo por aquellos lares, no podían permitir que llegaran las naves españolitas para llevarse la mejor parte del negocio. Entonces, apelaron a la diplomacia de la época y nos declararon la guerra, que era como, por entonces, se arreglaban las cosas, es decir, mas o menos igual que ahora, hasta que Alfonso V por parte lusa y los Reyes Católicos por la nuestra, comieron juntos en Alcáçovas y firmaron un acuerdo que puso fin a las hostilidades.

El acuerdo de Alcáçovas venía a decir mas o menos, que de las Canarias para arriba todo lo que se hallase era para España, menos las Azores, y de Canarias para abajo, todo para Portugal. Bueno, pues todos contentos, cenita en Toledo y todos a celebrarlo en casa.

Esto dejaba a los Portugueses el camino expédito para llegar a las ansiadas Indias, fuente inagotable de riquezas y de especias, lo dicho, todos contentos.

Pero no contaban con Colón. Resulta que el Almirante, se da un paseo por el Atlántico y regresa de él diciendo que había llegado a las Indias, algo que hizo que los Portugueses agotaran las reservas mundiales de tila (Aún no estaba inventado el Tranquimazil).

Se reunieron, sus cabezas empezaron a humear, pensaron, repensaron y no encontrando ninguna solución, por si colaba, reclamaron para sí los territorios descubiertos. Al fin y al cabo, interpretando el tratado a su gusto, les correspondían.

A punto estaban de empezar a oirse de nuevo las bofetadas, cuando las cabezas pensantes españolas de la época, esgrimieron que como el Papa, era el representante de Dios en la Tierra y como el mundo es de Dios, pues esa parte de mundo aún no repartida, era de Dios, y por extensión era el Papa el único que podría determinar quien podría quedarselas.

Los Portugueses, también Católicos no tenían mas remedio que tragar con este pensamiento, y muy a regañadientes, accedieron.

Parece ser que la cabeza pensante de esta solución, no fue otra que la del propio rey Fernando. El aragonés era mas listo que el hambre y además mandaba mucho, entonces, sabiendo que el partido se jugaba en casa, decidió amañarlo. Para ello, ascendió a su colega Rodrigo de Borja, también conocido como Borgía, si claro, de los Borgia de toda la vida, el padre de César y Lucrecia, a Papa. Este valenciano, asumió el Papado con el sobrenombre de Alejandro VI y se erigió en árbitro del conflicto.

El árbitro

Alejandro VI






Los Protagonistas


Fernando VII y Juan II




Crónica del Encuentro:

En Tordesillas, Valladolid, se disputa un partido por el Campeonato del Mundo de Selecciones Nacionales. El ganador se quedará con el mejor pedazo del mundo mundial conocido y por conocer. A un lado la Escuadra Portuguesa, con su capitán al frente, su hábil goleador, el Rey Juan II y frente a ellos la Selección Española, capitaneada por el mejor jugador del momento Fernando VII de Aragón. Preside el encuentro la española Isabel I de Castilla. Arbitro, el colegiado Alejandro VI, español de Valencia, tan autoritarioque antes de empezar el encuentro ya ha amonestado con tarjeta amarilla al Capitan portugués.

La tarjeta amarilla consistía en una bula papal, la Inter Caetera, por la cual se decretaba que todo lo descubierto por Colón era de los españoles, con el único requisito de que Isabel y Fernando, se comprometiesen a evangelizar a todo bicho viviente que poblara esas tierras y el que no se dejará convertir pasara del lado de los vivientes al de los no-vivientes, eso si, por su bien y el de su Alma inmortal.


Pues resulta que Juan II, el rey portugués insinuó que el partido estaba amañado. Protesto, protesto y no le hicieron ni puñetero caso. Y en diciendo eso de "pues me voy", con una rabieta del carallo, se volvió para Lisboa a escuchar fados.
Estó provocó una nueva amonestación por parte del árbitro Alejandro VI, que publicó otra bula, donde decía cuales eran las áreas de influencia de cada país y que tierras debían de evangelizar cada uno de ellos. Para ello, el Papa hizo una raya en medio el mundo, mas o menos a unas cien leguas de las Azores y de polo a polo, estableciendo que a la izquierda de la raya los españoles podrían hacer lo que les viniera en gana, eso si, bautizando indiecitos y a la derecha les tocaba a los portugueses.

Surgió un "pequeñisimo problema" y era que del lado español no se sabía muy bien que es lo que había, aunque se intuían nuevas tierras, claro. Sin embargo, del lado portugues si se sabía lo que había. Había agua.
"Incomprensiblemente", esto cabreó, y mucho, al monarca portugués que entrevistado en "El Rondo" de aquel entonces, en contra de la costumbre que deberían de respetar todos los jugadores, de no hablar nunca de los árbitros, alegó que el árbitro era "muy casero".
En mitad del encuentro y a punto de perder por goleada, surgió la figura del mejor jugador del mundo, "O rey Juan II", el habilísimo portugués.
Reunidos en Tordesillas, el portugués propuso trazar una nueva linea de demarcación. Su primera idea consistía en volver a lo pactado en Alcáçovas, de manera que de Canarias para abajo todo para Portugal y para arriba todo para España.


Fernando VII contraatacó habilmente. Sabía que los vientos eran fundamentales, tanto para llegar a los nuevos territorios, como para su vuelta. Para ir, había que aprovechar los vientos aliseos y para volver la corriente del Golfo. Si aceptaba la propuesta portuguesa, España entregaría el Caribe a Portugal y además no pudiendo viajar desde el sur, tendría que tomar las tempestuosas aguas del norte. No colaba...

Entonces, Juan II apuntó la posibilidad de mover la raya, un pelín hacia el oeste. Entraron en la jugada por parte portuguesa Ruy de Sousa, gran delantero centro y por la española, Enriquez de Guzman, gran defensa central.

Sousa atacaba pidiendo unas cuantas leguas mas que Enriquez tenazmente defendía. Los españoles no entendían que pretendían los portugueses, ya que, las leguas que pedían, no eran nada mas que una enorme porción de Oceano.
El empuje del portugues consiguió mover la raya 270 leguas hacia el oeste. Apenas nada. Y con ello, concluyo el partido.

La sensación general era que los españoles habían ganado, y por goleada, a los portugueses. Entonces, ¿por qué los portugueses se marchaban tan contentos? La tocudez e insistencia de Sousa no eran vanas. Con casi total posibilidad los portugueses ya conocian que trazando la raya un pelín mas allá, tambien había tierras. Así, efectivamente, cuando Pedro Alvares Cabral, descubrió oficialmente Brasil, las tierras descubiertas pasaron a manos portuguesas gracias a ese pelín en que se desplazó la raya.

Después, transcurridos 30 años, ambos paises firmaron en Zaragoza un nuevo trazado, ya que ya se conocían las tierras nuevas, que no eran las Indias sino America, en manos españolas, mientras las verdaderas Indias lo estaban en manos portuguesas.

Hoy recordamos el tratado de Tordesillas, como el de la habilidad de dos formidables estrategas, que lograron dejar a un lado sus diferencias para conseguir por medio de la negociación, nada mas y nada menos, que repartirse el mundo.

Muchos gobernantes de hoy en día deberían aprender de ellos.

Dedicado a Triste Romeo con la esperanza de provocarle una sonrisa

jueves, 1 de marzo de 2007

La tumba de Jesús

Tumba de Jesús, según Cameron y Jacobovici


Leo y oigo por todas partes, que James Cameron y Simcha Jacobovici, han realizado un documental para Discovery Channel, mediante el que pretenden demostrar, que una tumba descubierta hace 27 años en Talpiot, Jerusalen, es la tumba de Jesús y su familia.
También, he leido, que según Amos Kloner, un eminente arqueólogo israelí, el hallazgo de la tumba de Jesús es simplemente, una farsa publicitaria.
El documental argumenta que se encontraron en el año 1980, diez osarios en una cueva. De ellos, seis llevan inscripciones que identifican, a Jesús, a su madre María, a otra María (la Magdalena), a Judá, que sería hijo de Jesus y a sus parientes Mateo y Josa.
Kloner, que fue el arqueólogo que descubrió las tumbas en 1980, dijo literalmente: "Refuto todas sus afirmaciones y esfuerzos por llamar la atención sobre los descubrimientos. Con todo respeto, no son arqueólogos"
Kloner añadió ademas, "Es muy poco probable que Jesus y sus parientes tuvieran una tumba familiar. Ellos eran de Galilea y no tenían vinculos en Jerusalén. La tumba del Talpiot, es de una familia del primer siglo de nuestra época"
Entiendo que, haciendo uso de la libertad de pensamiento que cada uno posee, habrá quien piense que Cameron y Jacobovici tienen razón y que una vez mas, la mano larga de la Iglesia, ha hecho lo posible y lo imposible, para que no salga a la luz una verdad que tumbaría el dogma de fe en el que se basa el Cristianismo, es decir, la resurrección de Cristo.
Bueno, yo, al respecto quiero significar varios detalles que, desde mi punto de vista y el de mi fé, avalan que Jesús fue efectivamente el Hijo de Dios y que efectivamente resucitó.

La resurrección de Cristo es una evidencia histórica. La existencia del Cristianismo, los Apóstoles, su martirio, las conversiones de Pablo y Santiago y que la tumba de Jesús estuviera vacía, tienen forzosamente que tener una explicación, cuanto menos, lógica.

No existe la resurrección natural. Es decir, nadie que muere resucita por medios naturales, por lo que la explicación plausible es, que se trata de un milagro.
Ha habido personas que intentando rebatir la resurrección de Cristo desde un punto de vista histórico, se convirtieron al Cristianismo. Tal es el caso del británico Lord Lyndhurst, el profesor de Hardvard Simon Geenleaf y Frank Morrison, prestigioso abogado y escritor inglés.
Por lo tanto, hemos de entender la resurrección, como un hecho milagroso, ya que su explicación natural es sencillamente, imposible.

Fue el propio Jesús, quien declarandose Hijo de Dios y para corroborarlo, anunció su propia resurrección, despues de morir en la cruz.

Todos los Cristianos admiten que creer o no en la resurrección de Cristo es cuestión de Fe. Sin embargo, hay determinados hechos históricos que dan una cierta luz a la resurrección.

Primero: La existencia del Cristianismo.
El mensaje de Cristo, empezó a ser predicado apenas cincuenta días despues de la resurrección. Y en el propio mensaje se decía que al igual que Él, nosotros tambien resucitariamos. Demostrar, cincuenta días después, que lo que se predicaba era mentira, era sencillisimo, algo que habría matado la doctrina, inmediatamente y nada mas nacer. Conociendo el daño que la nueva religión hacia al Estado y a las Autoridades Judíos, ¿por qué no demostraron que la resurrección era un engaño?.

Segundo: Los Apóstoles y su martirio.
Cuando Jesús murió, todos sus Apóstoles escaparon aterrorizados y se escondieron. Incluso Pedro llegó a negar conocer a Jesús. Tenían miedo. De repente, días después, estos cobardes se transforman en valientes y empiezan a predicar llegando incluso, por ello, a ser martirizados y muertos. Según ellos, perdieron el miedo porque Jesús se les apareció resucitado. Además, si hubiera sido mentira lo que predicaban, si se hubieran inventado la resurrección de Cristo, ¿habrían estado dispuestos a morir martirizados por su propia mentira y a cambio de nada?

Tercero: Las conversiones de Pablo y Santiago.
Pablo, antes de convertirse era Saulo de Tarso. Tenía una extrema aversión hacía todo lo Cristiano, existe incluso evidencia histórica de ello como miembro del Sanedrín, sin embargo, de repente, pasó de perseguidor a perseguido, hasta morir decapitado sobre el año 64 después de Cristo.
El afirmaba que Jesús se le apareció, porque, si no, ¿como explicar su conversión?
Santiago, que además era hermano de Jesús, se mofaba de Él y decía publicamente que era un loco. Sin embargo, años mas tarde, preside el primer Concilio de la Iglesia, en Jerusalén. ¿por qué? ¿se le apareció Jesús y se convenció?

Cuarto: La tumba de Jesús.
Resulta que la tumba de Jesús siempre ha estado vacía. Jamás se hallaron restos en ella. Ni tan siquiera en el primer momento se discutió la ausencia del cuerpo de Jesús. ¿Como es posible?

Respecto a la tumba, muchas personas que no creen en la resurrección, dan una serie de explicaciones que yo quisiera, cuanto menos, rebatir, acerca de que ésta se hallara vacía. Para ello, hemos de tener en cuenta que, como Jesús había profetizado su resurrección, los líderes judíos, impusieron a Pilatos, una guardia ante la tumba que la custodiara, advirtiendoles, que las leyes romanas castigaban con la muerte al soldado que se durmiera en la guardia. Además la tumba fue sellada con una gran roca de gran peso y grandes dimensiones.

Estas son las explicaciones que yo conozco:

Explicación 1: Jesús no murió. Se desmayó, posteriormente le curaron las heridas y murió tiempo después (hay quien señala incluso otra tumba en Cachemira, India). Realmente le dejaron dentro de la tumba, pero al despertarse de su desmayo, le tomaron por resucitado.

Contestación: No puede ser. Primero porque los verdugos tenían mucha experiencia en ejecuciones y sabían muy bien distinguir entre un muerto y un desmayado. Segundo porque según los testigos, cuando Longinos le clava la lanza en el costado, atravesandole el corazón, sale, sangre y agua, y eso es posible cuando las lesiones son incompatibles con la vida. Tercero, por el propio sistema de ejecución. Los crucificados mueren debido a un shock hipovólemico y axfisia y no podrían ser reanimados ni tan siquiera con los medios mecánicos actuales.

Explicación 2: La resurrección de Cristo es causa de una alucinación colectiva.

Contestación: Sólo las personas con carácteres muy semejantes pueden tener colectivamente una misma alucinación. Jesús, que se presentó, después de resucitado, ante mucha gente, no puede ser el fruto de una alucinación, ya que, muchos no le conocian, no creian en Él y no estaban dispuestos para su "aparición". Además, a Jesús se le vió, oyó, toco y se le observó mientras comía. Y eso es imposible que colectivamente sea fruto de una alucinación.

Explicación 3: El cuerpo de Jesús fue robado de la tumba.

Contestación: En el siglo I, al no encontrar ninguna explicación lógica, esta fue la explicación que usaron los líderes judíos. Pero, ¿quien robó el cuerpo?, ¿quien se enfrentó a los guardias custodios del sepulcro? Parece imposible que pudieran hacerlo los discípulos, ya que, apenas 20 o 25 hombres jamás podrían haber desarmado a la guardia, mover la roca que taponaba la tumba y esconder el cuerpo, digamos que les faltaba "logística" y les sobraba miedo para hacerlo. No olvidemos que estaban escondidos. Sólo nos quedan los propios judios, los romanos o ambos en connivencia. Y si fue así, ¿por qué no mostraron el cuerpo, desmontando la teoría de la resurrección y acabaron para siempre con la fe Cristiana?

Explicación 4: Todo, la muerte de Jesús, su martirió y porsterior resurrección es una mentira premeditada.

Contestación: En principio, casi todos los historiadores del mundo coinciden en que la Crucifixión de Jesús es un hecho históricamente cierto. Entonces, ¿pactaron Jesús y sus Apóstoles la invención de su resurrección? Esto nos llevaría a reescribir la Historia. Jesús no fue prendido, sino que se entregó a si mismo para que el plan trazado se realizase, Él mismo, convenció al Sanedrín y a Pilatos, para morir crucificado... Está además el hecho de que el primer testigo de la resurrección fue... María Magdalena, no ninguno de sus Apóstoles y claro está, por la ínfima consideración que la mujer de esa época tenía y porque la Magdalena no era Apóstol, por lo que no podía estar al día en el plan urdido, no podría haber sido la elegida como notario de la resurrección.

Por mi parte, entiendo a todos los que puedan llegar a dudar de la resurrección, ya que, ésta sólo es posible dentro del campo del milagro, de lo sobrenatural. Entonces no creeremos jamás en la resurrección, no porque no existan evidencias que pudieran convencernos, sino porque, de antemano, ya hemos decidido que los milagros y la resurrección, no pueden ser ciertos.

Yo me atrevería a hacer una pregunta, si no creemos en la explicación milagrosa, ¿cual es entonces la explicación?

Clive Staples Lewis, autor de las Crónicas de Narnia, afirmó que Jesús, O era un loco, o un mentiroso, o lo que dijo ser, era verdad. Yo personalmente, me quedo con la tercera opción.

Dedicado a Francisco García Mota, magnifico Deán de la Catedral de Málaga y mejor persona, a Marcos Manuel, sangre de mi sangre y como ya dije, una de las tres mejores personas de este mundo, pero sobretodo un hombre de probada Fe y mejores principios y a Wenceslao Soto, Jesuita, Investigador, Escritor, buena persona y sobretodo, amigo.