Hace un montón de años, un español llamado Arturo Estevez Valera, pregonó a los cuatro vientos haber inventado el motor de agua. El bueno de Arturo, que había nacido en Valle de la Serena en el año 1914, afirmaba que su novedoso invento sustituiría en un futuro al petroleo como fuente energética y que los mismísimos americanos estaban interesados en su invención.
Sin embargo, transcurrió el tiempo y nada mas se supo de inventor ni de invento, por lo que nació la leyenda de que las multinacionales, ante la posibilidad de que se les terminara el forrarse con la gallina de los huevos de oro que represntaba el petroleo, le compraron la patente, que inmediatamente arrinconaron y truncaron el sueño del motor de agua, para siempre.
Arturo Estevez, si vive, tendrá ahora 93 años, por lo que ha tenido 30 años de democracia para rehabilitar su invento y su historia. Poco se supo mas de él, salvo que vivia en Sevilla y que se paseaba por la localidad con una motocicleta que, según afirmaba, solo usaba el motor de su invención.
La verdad es que de buena o mala fe, el bueno de Arturo, no inventó nada. Realmente el motor que proponía no era otro que el de hidrógeno, ya inventado. Al echar agua en un recipiente, mediante electrólisis, descompondriamos sus moléculas obteniendo hidrogeno que utilizariamos para mover, por ejemplo un coche.
Sin embargo, pese a que se habla mucho del hidrógeno, hemos de saber, que este elemento no existe en libertad en la madre Tierra.
Efectivamente, el hidrógeno solo existe en combinación con otros elementos, fundamentalmente agua (H2O) y los procesos para su obtención, requieren del gasto de mucha energía. Por eso, no es un combustible viable...
Todo esto me ha venido a la cabeza al volver a ver la imagen de don Arturo en TVE, haciendo zapping, en no se que programa y a intempestiva hora.
Sin embargo, transcurrió el tiempo y nada mas se supo de inventor ni de invento, por lo que nació la leyenda de que las multinacionales, ante la posibilidad de que se les terminara el forrarse con la gallina de los huevos de oro que represntaba el petroleo, le compraron la patente, que inmediatamente arrinconaron y truncaron el sueño del motor de agua, para siempre.
Arturo Estevez, si vive, tendrá ahora 93 años, por lo que ha tenido 30 años de democracia para rehabilitar su invento y su historia. Poco se supo mas de él, salvo que vivia en Sevilla y que se paseaba por la localidad con una motocicleta que, según afirmaba, solo usaba el motor de su invención.
La verdad es que de buena o mala fe, el bueno de Arturo, no inventó nada. Realmente el motor que proponía no era otro que el de hidrógeno, ya inventado. Al echar agua en un recipiente, mediante electrólisis, descompondriamos sus moléculas obteniendo hidrogeno que utilizariamos para mover, por ejemplo un coche.
Sin embargo, pese a que se habla mucho del hidrógeno, hemos de saber, que este elemento no existe en libertad en la madre Tierra.
Efectivamente, el hidrógeno solo existe en combinación con otros elementos, fundamentalmente agua (H2O) y los procesos para su obtención, requieren del gasto de mucha energía. Por eso, no es un combustible viable...
Todo esto me ha venido a la cabeza al volver a ver la imagen de don Arturo en TVE, haciendo zapping, en no se que programa y a intempestiva hora.
1 comentario:
La obtención de idrógeno como muy bien dices requiere un gran gasto de energía. Pero aún hay más y es que para mantenerlo licuado hay que enfriarlo muchísimo y para eso también hace falta energía.
Habrá que seguir pensando.
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